El tiempo es algo que nunca más regresa. Es nuestro reloj de la vida y todos tenemos solo 24 horas para administrarlo de la mejor manera. Les escribo después de un encuentro escolar en el que me re encontré con caras que acostumbraba ver a diario totalmente diferentes: amigas con vidas diferentes a las que de adolescentes soñábamos… Unas casadas, otras solteras y disfrutando, algunas no fueron porque estaban de viaje, otras se mudaron pero todas concordamos al pensar en cómo ha pasado el tiempo.
“Tiempo, hoy te pregunto… ¿En qué momento te esfumaste? ¿Por qué esta generación ya no sabe de las cámaras fotográficas con rollo y de la inexistencia del control remoto para la tv? ¿Qué le pasó al calendario que no me dio más de 365 días y a dónde se fueron esos años maravillosos cuando estábamos en el colegio?”.
Si existiera una máquina del tiempo, ¿la usaríamos? Yo no cambiaría nada de lo que he vivido. Yo me quedo con esas experiencias pues el tiempo ha sido mi maestro y me ha mostrado errores que no quiero volver a cometer.
Debemos vivir como dice Efesios 5:16 “… Saquen el mayor provecho de cada día”
Dios que tu tiempo sea mi reloj y tu voluntad mi camino.
Esta es una excelente clave: Diciéndole SI a la vida, SI a las oportunidades y SI a todo lo que se nos viene por delante. Es por eso que el espejo retrovisor del auto es tan pequeño, porque mucho mejor es lo que tenemos por delante que lo que dejamos atrás.
No te lamentes por tu pasado, por lo que hiciste o dejaste de hacer, puedes perder dinero, belleza, kilos… pero no pierdas el tiempo porque es como un cheque no reembolsable. No importa la condición que tengas ni tu situación económica, el tiempo es igual para ricos y pobres… Lo que hace la diferencia entre ellos es cómo inviertes y produces tu tiempo.
Cualquiera sean los desafíos que te toquen afrontar, cualesquiera que sean las circunstancias que te estén derribando, puedes escoger tu respuesta. El modo en el que vivas tu vida y gastes tu tiempo es decisión tuya por completo, nunca depende del presidente, ni de tus padres, ni de tu esposo; somos nosotros mismos aquellos que decidimos construir nuestra propia felicidad.
La felicidad es algo que uno decide de antemano, sácale el jugo a cada minuto de tu vida, y elige por la felicidad a diario, vive tu día como si fuera el último, no despiertes de mal humor, vive amando con intensidad, entrega lo mejor de ti y dime en qué inviertes tu tiempo, cómo lo usas y yo te diré como te irá.
Abraham Lincoln dijo: “La mayoría de personas son tan felices como han decidido serlo”
Algunos piensan que debieron vivir en otra época, la de los Beatles o la de Woodstock, que la cigüeña se equivocó en la dirección, pero por más que la cigüeña haya estado borracha, Dios nunca se equivoca. Él te puso en el tiempo perfecto, en el hogar correcto y su bendición para tu vida llegará en el momento exacto… Tú solo espera en el tiempo de Dios.
Eclesiastés 3:1-8 “Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo. Un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar. Un tiempo para matar y un tiempo para sanar. Un tiempo para derribar y un tiempo para construir. Un tiempo para llorar y un tiempo para reír. Un tiempo para entristecerse y un tiempo para bailar. Un tiempo para esparcir piedras y un tiempo para juntar piedras. Un tiempo para abrazarse y un tiempo para apartarse. Un tiempo para buscar y un tiempo para dejar de buscar. Un tiempo para guardar y un tiempo para botar. Un tiempo para rasgar y un tiempo para remendar. Un tiempo para callar y un tiempo para hablar. Un tiempo para amar y un tiempo para odiar. Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz”
Muchas veces decimos “no tengo tiempo” pero lo que deberíamos decir es “no es mi prioridad” porque todos tenemos las mismas 24 horas al día, 7 días de la semana, 365 días al año, desde la persona más millonaria del mundo hasta el bebe que acaba de nacer todos sin excepción tenemos un día para vivir y un tiempo para todo. Dile a Dios que te ayude a aprovechar bien el tiempo, que seas un fiel administrador de tu vida y que sepas poner primero lo primero.
Versículo 11 “Sin embargo, Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado. Él sembró la eternidad en el corazón humano, pero aun así el ser humano no puede comprender todo el alcance de lo que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin”
Dios no te ha olvidado en el tiempo. Él tiene el momento exacto para bendecirte.
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