2 Crónicas 34:1-2 TLA “Josías comenzó a reinar a los ocho años. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró treinta y un años. Josías obedeció a Dios en todo, pues siguió fielmente el ejemplo de su antepasado David.
v.31 “Después se puso de pie, junto a una columna, y se comprometió a obedecer siempre todos los mandamientos de Dios, y a cumplir fielmente el pacto que estaba escrito en el libro.”
Josías comenzó a reinar a los 8 años, siendo tan solo un niño. ¿Por qué?
Su Padre fue el rey Amón, reinó 2 años e hizo lo malo delante de Dios (nunca se humilló, aumentó el pecado, sus mismos siervos lo asesinaron). Su abuelo fue el rey Manasés quien reinó por 55 años y era perverso (copió abominaciones de los paganos, ofreció sacrificio a los ídolos, entre otras cosas horrendas).
En la historia familiar de Josías corría sangre llena de maldad, pero Él no siguió esa conducta de su familia, a pesar del mal ejemplo que recibió.
Josías decidió seguir el mandato celestial ¿Por qué? Pues porque tenía un Libro en su mano, y ese mismo libro es la Biblia que tú y yo tenemos el día de hoy.
No importa dónde naciste ni quién fue tu familia, tampoco importa si tuviste buenas oportunidades o no, nada de eso es un obstáculo cuando Dios quiere usarte. Él te escogió.
Lo que Josías pudo leer en ese libro transformó su vida al punto de no desviarse ni a derecha ni a izquierda. La Biblia nos enseña la voluntad de Dios y contiene instrucciones para vivir nuestra vida, nos da ejemplos, nos ayuda a crecer espiritualmente y a seguir a Dios sin desviarnos. Josías decidió caminar en los caminos de David y… Un niño de 8 años pudo decidir que no iba a ser como su padre ni como su abuelo sino que iba a ser como lo que había leído en la Biblia que Dios quería que fuera.
Quizá algunos se preocupan por sus modelos: “Mi familia no es la mejor, yo soy el único cristiano. Todos han muerto de una enfermedad”. ¡No tiene que ser así contigo! Cuando te sientas solo, ve al mensaje del Libro transformador en l que Dios te dice: “Yo estoy contigo todos los días”. Si fallaste, Él te dice: “Yo borro tus pecados y te hago libre”.
¡No digas que no tienes de dónde aprender! Tú tienes corriendo por tus venas el ADN de tu familia pero sobre tu vida está el poder de la sangre de Cristo. No importa quiénes fueron tus maestros ni quiénes te enseñaron cómo vivir. Dejarás de quejarte enfocado en tus tragedias y comenzarás a contar tus bendiciones al poner tu mirada en Dios.
Un sabio se paró frente al público, contó un chiste y todos se rieron. Al cabo de una hora volvió a contar el mismo chiste y casi nadie se reía, contó el chiste una y otra vez hasta que nadie se rió…. Y dijo si no puedes reírte varias veces de una sola cosa, ¿por qué lloras por lo mismo una y otra vez?
Toma lo bueno de tu familia, perdona sus fallas, desecha lo que es malo y no llores por lo que te hace daño, ¡decide ser diferente porque eres cristiano! Escoge lo mejor de tu linaje y vive para Dios tal como lo hizo Josías.
La vida de Josías me deja un gran mensaje: “Tú puedes triunfar sino te apartas de Dios y caminas con Él todos los días”.
¿Qué hizo Josías?
2 Reyes 23:24-25 TLA “Además Josías eliminó a todos los brujos y adivinos, y destruyó todos los ídolos, incluso los ídolos familiares. Todos los objetos repugnantes que había en Jerusalén y en Judá para adorar a los dioses falsos, fueron destruidos. Así cumplió Josías los mandamientos del libro que el sacerdote Hilquías había encontrado en el templo. Ni antes ni después hubo otro rey como Josías, que se apartara de su maldad y obedeciera a Dios con todo su corazón y con todas sus fuerzas.”
Caminó todos los días con Dios
Cuando te acercas a Dios, Él se acerca a ti. Dios quiere guiarte por el camino y que desarrolles una amistad con Él.
Amos 3:3 TLA “ Si dos personas andan juntas, es porque están de acuerdo.”
Si nosotros queremos que Dios camine con nosotros, nuestro estilo de vida debe agradarle.
Gálatas 5:16 TLA “ Por eso les digo: obedezcan al Espíritu de Dios, y así no desearán hacer lo malo”
Para tener amistad con el Espíritu Santo debemos andar en ÉL, dependiendo de su guía a diario, exponiéndole todos los detalles de nuestra vida.
El amor es entrega… Dios no quiere una parte de tu tiempo, quiere todo de ti.
No quiere compartirte con tu trabajo, no quiere que adores algo o a alguien más que solamente a Él. Si quieres ser su discípulo deberás estar de acuerdo con lo que te dice y dejarte llevar por su dirección.
¿Cuándo nos daremos cuenta que tenemos verdadera comunión con Dios? Cuando en vez de correr al teléfono a contarle a alguien nuestros problemas, corramos a su Presencia a encontrar su dirección y su consejo. Él nos está esperando “en el mismo lugar” para reunirse con cada uno de nosotros.
Guarda sus mandamientos y estatutos con todo el corazón. La Biblia no es cualquier libro, es la Palabra de Dios y cada vez que la leemos y la obedecemos nos transformamos por medio del poder de Dios. Adopta los buenos ejemplos, de los héroes de la fe. Sé imitador de aquellos que por la fe y la paciencia “alcanzaron las promesas”.
Guarda su Palabra en tu corazón. Recuerda lo que dice el Salmo 119… “En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti”. Eso te ayudará a ser recto, a ser santo.
Existe una generación que no se conforma a seguir el modelo malo de sus antepasados, sino que está dispuesto a cambiar el rumbo de su historia.
Decide caminar por el camino que caminó Josías y cambiarás marcando la pauta para los que vienen detrás de ti.
Oración: “A pesar de no tener buenos modelos, hoy decido que no sea la predisposición de mi ADN sino el poder de la sangre de Cristo lo que corra por mis venas. Quiero vivir cerca de tu Palabra y ser transformado solo por ti. Cambia mi destino y ayúdame a no torcerme ni a derecha ni a izquierda”.
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