Salmos 62:5- 6 NBV“Pero yo callo ante el Señor, porque en él está mi esperanza. Sí, sólo él es mi roca, y mi salvación; él es mi refugio. ¡Jamás habré de caer!”
La mayoría de nuestros problemas se resuelven confiando en Dios porque los mejores planes los tiene Él.
Cuando nuestras mejores soluciones son fallidas, cuando nuestras ideas y esfuerzos no alcanzan, ni son suficientes, entonces es cuando necesitamos caer de rodillas y confiar en que Dios hará solo lo que Él puede hacer.
La oración es la diferencia entre lo mejor que tú puedes hacer y lo mejor que Dios puede hacer. Si caemos de rodillas ante Dios, Él se cargará las cosas pesadas.
“No se preocupen por lo que sucederá mañana, pues mañana tendrán tiempo para hacerlo. Ya tienen suficiente con los problemas de hoy”. Mateo 6:34 NBV
Cada día tiene la cantidad correcta de bueno y de todo lo demás se encarga Dios, total es EL CREADOR. ¿Son tus problemas más grandes que Dios o es Dios más grande que tus problemas?
Cuando las pruebas y los desafios llegan, es fácil sentirse abrumado o desanimado. Posiblemente te sientas pérdido o inseguro acerca del futuro. Es entonces cuando necesitamos tomar nuestro corazón y mente hacia Dios porque Él ha prometido que, sin importar lo que enfrentemos, podemos tener su paz perfecta.
Podemos sentir su amor perfecto. Podemos confiar en Dios. La clave es que tenemos que mantener una perspectiva eterna. Debemos saber que las pruebas que se nos presentan son solo temporales. Quizá, en esta vida experimentemos una tragedia o una pérdida, pero con Dios de nuestro lado jamás seremos derrotados.
Recuerda, cuando las dificultades lleguen, enfócate en el hecho que Dios te da tranquilidad y confianza. No permitas que el temor te paralice; mejor pon tu fe y esperanza en Dios. Esas cosas que tus enemigos hicieron para tu mal, Dios las convertirá para tu bien. Él te llevará a ser más fuerte, más sabio, y con más vida que nunca.
Algo que te ayudará a sobreponerte en este tiempo es agradecer anticipadamente como lo hacía Habacuc, el decía: aunque no haya en nuestros campos nada que cosechar, con todo yo me alegraré en Dios, mi salvador.
¡No temas! ¡No te angusties! Quizá tu negocio está tambaleando o no te sientes seguro en el trabajo en el que estás, andas preocupado por la economía.
Hoy, sin importar lo que estés enfrentando, debes saber que Dios es más grande que todo ello. Dios ha prometido que Él nunca nos dejará ni nos abandonará. Dios nos fortalece y nos hace resistente a las dificultades.
No permitas que las circustancias te roben la paz, y mucho menos la alegría. Ese ladrón de pensamientos no va tras tu cuenta bancaria, sino lo que más le interesa es tu paz y tu alegria. Sabe que si logra quitarte el gozo, puede también quitarte tu fortaleza. Permanece conectado a Dios, resiste a las dificultades, cree en las promesas de Dios, recuerda el diluvio fue 40 días y luego salió un arcoiris.
Isaías 26:3 NBV “Él cuidará en perfecta paz a todos los que confían en él y cuyos pensamientos buscan a menudo al Señor.”
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